martes, 6 de mayo de 2014

Poderoso Dios

Marcos Witt




Nunca dejes de alabar al Dios de la salvación. De Él es todo el honor, toda gloria, toda honra y todo el poder ¡Que tu alma le alabe y le cante! ¡Que todo tu ser anhele su santo y bendito nombre! Aunque muchas veces te encuentres ocupado, con problemas o te sientas mal, solo deposita en Él tu confianza. Grita alto, clama y dile: ¡Poderoso Dios, mi alma clama por ti!

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